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martes, 21 de septiembre de 2021

 CARTAS A DIEGO (II)


Hola Diego. Soy tu abuelo, Jesús, de nuevo. Van pasando los meses y vas creciendo todo grandote y fuertote, con una cara tan risueña y feliz que la familia se queda extasiada cuando te contempla. Y de eso quiero hablarte hoy, Diego, de la familia. No solo de papá y mamá o de nosotros tus abuelos y abuelas, o de tu tía, no te quiero hablar solo de esa familia, sino de la familia como concepto universal, casi como ley cósmica. Porque tú eres el heredero de una larguísima serie de personas y generaciones que, desde la noche de los tiempos, han vivido y dejado una huella que, por ahora,  termina en ti. Llevas en tus genes un conocimiento y una sabiduría ancestral, Diego, y debes utilizar todo esto a tu favor. No puedes, ni debes, renunciar a ello, en muchos momentos de tu vida serán el ancla que te permitirá tener los pies bien asentados en la tierra. No sé por qué razón ahora se quiere   olvidar todo vestigio de lo anterior en todos los ámbitos de la vida, con la falsa creencia de que no nos aportan nada a este mundo tan “sofisticado” que hoy nos toca vivir. En esta generación postmoderna existe un desprecio por el pasado a todos los niveles que yo, personalmente, no comprendo. Y creo que es un error, porque somos continuación de algo que comenzó no se sabe cuándo pero que acumula un poso de sabiduría, experiencias y conocimiento que no hace sino acrecentarse con el paso del tiempo, ¿por qué no se aprovecha todo ello? ¿por qué creer que todo lo actual es guay y lo anterior es un trasto viejo que hay que desechar? Lo de hoy es consecuencia del ayer, nos guste o no, el hoy es heredero de una tradición, humana, social, natural y universal que está ahí y nada ni nadie puede eliminar por mucho que se intente.  Por supuesto que hay muchos aspectos y legados oscuros, que no nos gusta recordar, pero es que la VIDA  es así, Diego, algo maravilloso para disfrutar que tiene momentos dulces con otros que toca sufrir. Si, sufrir, Diego, tal y como suena y ya sé que no gusta a mucha gente esta palabra y algunas derivadas. Cuando esto ocurre tendrás que echar mano de esto que te comento, de tu conocimiento y sabiduría ancestral que tienes dentro de ti, que llevas en tu sangre, en tus poros, en todas y cada una de las capas de tu ser, ese conocimiento será tu guía en esos momentos oscuros. Y ahí tendrás que encontrar los recursos que precises, recuerda que todo ese conocimiento ancestral trabaja a tu favor, está para ayudarte. Aprovéchalo, hazle tu amigo, tu guía, tu objetivo; vivirás momentos extraordinarios, buenos, menos buenos y algunos verdaderamente duros y en todos ellos lo que llevas en tu sangre y un tu ADN te servirá para afrontarlo con seguridad. Recuerda que la sabiduría no se conquista, que es lo que piensa la gran mayoría de la gente, sino que se recibe y por lo tanto la clave está en que hacemos con ello.   Ahora, nosotros, los más cercanos a ti vivimos unos momentos de dicha y felicidad por tu culpa, a pesar de que todavía tenemos que llevar la dichosa mascarilla,  estamos en una nube familiar y nos lo estamos pasando bomba. Comenzamos a observar tus primeros movimientos, tus primeros balbuceos, tus primeros esbozos de lo que tienes dentro de ti, son los primeros síntomas de lo que te estoy contando. Estamos aquí para ayudarte, para ser la primera  parte de la cadena que te une al principio de los tiempos y  yo personalmente haré todo lo que esté en mis manos para recordarte esto que te digo, te guiaré en la búsqueda de esa sabiduría que tienes dentro para que no la desaproveches, para que la valores en lo que es y para que con ella te conviertas en quién verdaderamente estás  llamado a Ser.

Besos de tu abuelo y de tu abuela, que si no lo digo se enfada.

Hasta la próxima, Diego

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