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miércoles, 4 de enero de 2023

MIS PRIMEROS 65 AÑOS

Pues sí, acabo de cumplir 65 años. Cifra bien redonda. Y lo primero que se me ocurre es dar las GRACIAS a la Vida por llegar a esta cifra. Además, eso significa que estoy en la etapa de la jubilación. Para mucha gente ésta es una palabra trágica, para otra gente (entre la que me encuentro) es una bendición.  Con más de cuarenta y tantos años de ejercicio laboral, creo que es un buen momento para dejar espacio a los que vienen detrás. En realidad, ya llevaba más de dos y medio sin trabajar porque estaba acogido a una prejubilación, lo cual me ha venido muy bien, porque ha coincidido con este demoledor asunto del COVID y he podido asistir a su desarrollo desde una posición diferente y con algo más de "tranquilidad". No soy un nostálgico, pero agradezco el vivir estos años y todo lo que ha traído consigo; decisiones equivocadas (muchas), aciertos (pocos, pero buenos) y mucho, mucho aprendizaje. La VIDA es una puñeta, en muchas ocasiones, pero siempre merece la pena vivirla. Porque también he aprendido que realizamos mal la gran pregunta, no es: ¿qué espero de la Vida?, sino que debe ser: ¿qué espera la Vida de mí? De esto me he dado cuenta con el paso del tiempo, soy de esas personas que han descubierto que estamos aquí para experimentar y para aprender, somos continuos aprendices de eso que llamamos VIDA. La famosa frase de Sócrates "sólo se que no se nada", debería regir nuestra existencia como faro, nos libraríamos de muchos problemas. Y seríamos más humildes, que falta nos hace.  Hay gente que llega a esta edad y se preguntan: ¿y ahora qué hago? ¿cómo relleno el tiempo?; no hay problema, se pueden hacer muchas cosas y lo más importante, por puro placer. Conozco gente que, por unas u otras razones, se reenganchan, o sea que siguen trabajando los años que las leyes les permiten. No los critico y les respeto, pero no comparto su posición y su visión. Ahora, con los continuos avances en medicina, salud, bienestar y otras disciplinas se suele llegar a estas edades en unas condiciones físicas bastante buenas y todo es cuestión de cuidarse un poco más o con más atención. Hasta no hace mucho llegar a esta edad era una maldición, podía parecer que te quedaba poco de vida. Ahora, es una oportunidad enorme de disfrutar, de verdad, de la existencia y de exprimir  cada día al máximo. Yo, es lo que hago desde hace algún tiempo, valorar y aprovechar a VIVIR, sí con mayúsculas, sentir la fragancia de la existencia cada segundo en todo su esplendor. 

Otra de las cosas que me gustan de llegar a esta edad, incluso con algún año menos, es que no tienes que aguantar la tontería social por la que se rige buena  parte de este mundo. La ganancia en  perspectiva con el paso de los años te permite ver las situaciones con más sosiego y menos cerrazón, por lo que ya no te callas lo que antes te callabas. Hace tiempo que yo llamo al pan, pan y al vino, vino, no porque sea más listo, pero sí soy menos condescendiente y, además, la edad te da un cierto poso de sabiduría (relativa) a nivel social que te permite estas licencias. No hace falta llegar aquí para hacer esto, pero cumplir estos años te dan una cierta patente de corso y el resto de la gente te mira con algo más de respeto (la verdad, cada vez menos). 

Por tanto, agradeciendo todo el bagaje que llevo encima y humildemente, ofrezco, no mi ayuda, no; mi guía, acompañamiento, experiencia, conocimientos,... para toda aquella gente que lo precise y que se encuentre perdida en este mundo de cambios tan rápidos que se producen y que nos hace estar bastante perdidos y al cual no sabemos como enfrentarnos. Yo comencé, en mi niñez,  con lapicero y goma de borrar y he tenido que enfrentarme a la gran cantidad de retos tecnológicos que iban surgiendo en mi existir, unido a otros retos sociales, culturales, económicos y de todo tipo que he tenido a lo largo de mi existencia, tuve que hacer un esfuerzo por entender que no eran problemas, eran retos y que si quería superarlos había que saber adaptarse a ellos. Muchos no los entendía, ni los entiendo, pero no me frustro y procuro ver el lado positivo de cada cosa, aunque no es fácil, no, pero buscando ese lado me divierto mucho. Así que, ya sabes, ¿necesitas algún tipo de ayuda?; aquí estoy, no tengas miedo a pedirla, no es un síntoma de debilidad, es un síntoma de que estás muy vivo. Además, tengo intención de vivir bastantes años aún para poder seguir ayudando. 

Dicho todo esto, me despido con algo muy conocido  y que no es nada cursi:

GRACIAS  A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO...

Y LO QUE LA QUEDA POR DAR

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