HOMENAJE A UN HOMBRE SENCILLO
El fallecimiento de Papa Francisco ha sido una sorpresa para todo el mundo. Su delicado estado de salud era visible, pero nadie se esperaba un final tan repentino. Ahora, que se producen las muestras de condolencia y aflicción por su pérdida es un buen momento para dedicarle unas palabras a su persona y pontificado. Empezando por dar las GRACIAS.
No ha sido Francisco un Papa que que no dejara huella. Su sencillez, no muy bien vista por muchos sectores católicos, fue un asunto de debate desde el principio. Pero, era su forma de ser y expresar que la Iglesia Católica, fuera de ciertas normas, rigideces y de Liturgia que la acompaña, debe ser una Iglesia sencilla y cercana porque es donde reside su fuerza. Francisco lo tuvo claro desde que comenzó su pontificado, su "debemos oler a oveja", resonó en todas las partes del planeta como declaración de intenciones. Solo una Iglesia humilde en lo interior y exterior es entendible y se compagina con el mensaje de Jesucristo, que la fundó. Los valores eternos del cristianismo Francisco lo encarnó en buena medida; sencillez, humildad, la dignidad humana y su gran caballo de batalla, lo que denominaba "la casa común", la defensa de la ecología y la sostenibilidad del planeta, tan amenazada hoy. La Encíclica "Laudatio Si", sobre el cuidado de la casa común será, para siempre, una llamada de atención, personal y social, sobre como tratamos a la naturaleza en base a como nos tratamos a nosotros mismos.
Fue un Papa controvertido con algunas opiniones y decisiones no suficientemente entendidas ni debatidas dentro y fuera de la Iglesia. Si que es curioso constatar que, en muchas ocasiones, fue más defendido y menos criticado fuera que dentro de la propia Iglesia, donde había muchos grupos que estaban claramente en contra de él. Quizá ha sido uno de los Papas más cuestionados entre los propios católicos, porque sus opiniones no dejaban indiferente a nadie. Como todo ser humano, tuvo sus errores, pero no movió una sola coma de la Doctrina Social de la Iglesia y no se le puede negar su apertura a las llamadas "periferias", que era algo más que grupos en estado de exclusión social o física. Aunque no dió el paso hacia el sacerdocio femenino, si que puso a mujeres en cargos de responsabilidad en instituciones vaticanas, abriendo con ello un debate necesario y de justicia. Creo, en mi humilde opinión, que entendía muy bien el mundo que se está desarrollando actualmente y donde Dios no es el principal reclamo ni guía y para ello afirmaba que "Dios no puede pasar sin buscar al que se encuentra perdido". Pidió una clara implicación de los laicos en las tareas que les corresponden y no dedicarse solo " a balconear", continuamente pedía a obispos y sacerdotes mayor labor pastoral y deja una Iglesia en salida, que el próximo Pontífice debe continuar.
Ahora comenzarán las quinielas y supuestos favoritos para ocupar el sillón de Pedro, se necesitará uno acorde con los tiempo, que sepa hacer frente a los enormes retos sociales, religiosos, políticos, económicos y de todo tipo que existen, pero una cosa es segura, la Iglesia Católica, con 2.000 años de existencia ha pasado por momentos muy difíciles, incluso trágicos, han existido Papas muy cuestionables, hay sombras importantes en ella, pero nunca debemos olvidar que la brisa del Espíritu Santo con todo su poder y misterio siempre sopla en la dirección adecuada. Si no creemos en esto, mejor lo dejamos.
Por tu disposición, por tu persona, por tu mensaje, por tu legado.
GRACIAS FRANCISCO
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